Noel Álvarez*
Hablar es siempre un arte, pero no es sinónimo de emitir palabras. Los pensamientos siempre van cargados de sentimientos y la comunicación no resulta eficaz tanto, si el receptor no comprende el mensaje, como si no despierta su atención e interés. Existen muchas palabras ofensivas que no deberían ser utilizadas, pero algunos líderes mundiales lo desconocen. En ciertos contextos sociales, a pesar de que las palabrotas se consideran inadecuadas, son frecuentemente utilizadas y no siempre rechazadas, en especial, como interjecciones que expresan desprecio o enojo. Sigue leyendo