El último dictador

Noel Álvarez*

Llegó al poder siendo un desconocido, con la edad justa y un mechón de pelo todavía rubio cubriéndole la frente. Sus rivales se burlaron de él porque había dirigido una granja de cerdos y hablaba con ese acento campestre tan común en las provincias orientales. Osado y popular, su tesón de novato arrasó, al final, con la vieja y confiada nomenclatura:  Aleksandr Grigórievich Lukashenko. Este personaje se encuentra en el poder desde 1994, época lejana en que se celebraron las primeras elecciones democráticas de la historia de Bielorrusia y como van las cosas, tal parece que serán las últimas. Sigue leyendo

Sin sexo no hay paraíso

Noel Álvarez*

Mahatma Gandhi nos dejó esta frase que tiene mucha vigencia en tiempos revolucionarios: “Para llegar a la paz, antes debes sufrir los peores castigos a fin de que te sea perdonado lo que has hecho a los demás: eso es encontrar la paz interior”. Hoy en día, resulta frustrante ver como existen personas en puestos de gobierno que se resisten al cambio. Disfrazan su fracaso propiciando diálogos frustrados, sin darse cuenta que la única forma de progresar es mediante el cambio positivo, lo cual conlleva a que mejoren las condiciones económicas, políticas y sociales de una nación. Sigue leyendo

La fruta del dragón

Noel Álvarez*

Dice mi tía Filotea que “las cosas donde participan muchos solo pueden procesarse con acuerdos, lo demás son imposiciones, donde alguna de las partes pierde, queda dolida y tarde o temprano buscará romper el juego político”. La negociación en tiempos de la “guanábana” funcionaba por el bien de la democracia, pero en algún momento perdimos el camino, la brújula se mojó y se instauró el chantaje político electoral como instrumento y método de procesar las contradicciones. Sigue leyendo

Mortal oficio

Noel Álvarez*

Hace más de un siglo el periodismo aun iba en pañales cuando un joven húngaro llamado Joseph Pulitzer desembarcó en Estados Unidos para luchar en la Guerra de Independencia norteamericana. Con serios problemas de visión, Pulitzer apenas entró en combate; sin embargo consiguió dejar su huella en la historia. Aquel inmigrante que cruzó el Atlántico sin saber hablar inglés se convirtió en el mayor magnate de la prensa estadounidense y mundial. Sigue leyendo