Noel Álvarez*
Para su rechazo al uso de las criptomonedas, El gobierno de Corea del Sur argumenta que su uso constituye un delito potencial, por su facilidad para ejecutar el lavado de dinero y sobre todo para la evasión de impuestos. Como cereza del pastel, Park Sang-ki, ministro de Justicia, ha confirmado que el gobierno ya prepara un proyecto de ley, para prohibir el comercio de criptomonedas en las casas de cambio. Todos los niveles de gobierno concernientes estarían involucrados en el desarrollo de esta iniciativa; que requerirá la votación aprobatoria de la mayoría de los 297 miembros de la Asamblea Nacional del país.
Si la moneda virtual está a la vuelta de la esquina para muchos países, ¿quién se beneficiará? y ¿quién controlará finalmente el dinero en el futuro? En 2015, en el Reino Unido, los pagos electrónicos superaron al efectivo por primera vez. En lo más profundo de una bóveda secreta en Londres hay algo que muy pocas personas en el mundo llegan a ver: mil millones de libras esterlinas en efectivo. A ese lugar, al final de cada día, llega el dinero de los comercios de todo el país. A la mañana siguiente, sale para depositarse en cajeros automáticos. Hay quienes creen que en tan solo 7 años ese lugar no existirá.
En Venezuela no hay estadísticas por el poco dinero que circula. Lo que si existe es el creciente malestar en la sociedad porque no hay efectivo circulante. Algunas regiones del país recibieron el 2018 sin dinero, sin puntos de venta y sin comida. Los avances tecnológicos, las mejoras en seguridad y sobre todo el hecho de que cada vez sea más fácil y habitual pagar de manera electrónica hacen que un test así tenga bastante sentido. Al parecer otro de los motivos para empezar a plantear una sociedad sin efectivo es el ahorro en la fabricación de las propias monedas, ya que según el Korea Times, el país gasta miles de millones de dólares en la producción de billetes.
El auge de los pagos electrónicos es indudable, en parte debido a la expansión de la tecnología requerida y también porque los usuarios cada vez tienen más confianza a la hora de recurrir al móvil en vez de desplazarse hasta el banco o recurrir al ordenador. Dinamarca y Suecia son pioneros en la reducción de pago con moneda tangible. Estocolmo está considerando tornar el país en una sociedad sin efectivo para 2030; ya en 2016, apenas el 1% del valor de todos los pagos fue con monedas o billetes.
Aunque no solo la desconfianza de los usuarios es un factor que afecta a la adopción de los sistemas de pago sin contacto. Está también el hecho de que muchos comercios prefieran y mantengan el pago en efectivo dado que se evita el pagar comisiones a las entidades bancarias, siendo mayor el margen de beneficios, aunque es de suponer que irán cediendo a medida que se extiendan los sistemas de pago electrónico. En este sentido, tanto España como Reino Unido cuentan con entidades enteramente electrónicas.
Además, está el hecho de que el Smartphone vaya camino de ser el sustituto de las tarjetas de crédito también a la hora de sacar dinero en efectivo, aunque esta evolución tiene en cierto modo fecha de caducidad. A medida que “nos acomodamos a los pagos electrónicos recurrimos mucho menos al efectivo, dejando este tipo de pago solo cuando es necesario en pequeñas compras o en establecimientos sin puntos electrónicos”, dice un ejecutivo de una entidad bancaria londinense.
“Los pagos electrónicos son más baratos, seguros y convenientes”, señalan empresarios escandinavos. Conscientes del costo de manejar efectivo y los problemas de seguridad que ello implica, muchas tiendas suecas han descartado los cajeros que aceptan billetes, incluyendo al gigante de las telecomunicaciones Telia Company, dueño de una red nacional de 86 tiendas que desde 2013 no acepta efectivo. Los autobuses tampoco utilizan billetes o monedas desde hace tiempo y hasta los vendedores ambulantes aceptan tarjetas y pagos a través de teléfonos. La situación es tal en Suecia, que algunos habitantes están teniendo serios problemas tratando de buscarle una salida a la montaña de billetes que los bancos o comercios no quieren aceptar.
Coordinador Nacional de IPP-GENTE
Noel Álvarez, Coord. Nac. del Mov. Político GENTE 