La violencia de los que mandan

Noel Álvarez*

Después de haber visto las imágenes de semejante brutalidad oficial ejercida contra la comunidad el domingo 30, y con unos resultados puestos con los dedos, desconocidos por un sinfín de países, ya no resulta exagerado afirmar que se repite la historia criminal en manos de autócratas que no les importa alterar resultados electorales y la muerte de compatriotas, como lo demostraron altas personalidades gubernamentales y militares.

Esta semana volvió a ejecutarse la misma política que aplicaron los más despiadados tiranos de la historia: la mentira y la represión más cruel sobre aquellos que consideran inferiores, aquellos que no ostentan el “mérito» de compartir la misma ideología. Toda esta ola de crímenes y represión que vivimos me permite escudriñar los trabajos del laureado escritor argentino Osvaldo Bayer, crítico de las dictaduras vividas por el pueblo argentino.

El día que le tocó abandonar su país natal perseguido por la dictadura feroz que azotó a los argentinos, Bayer recibió este saludo de un desvergonzado militar que estaba en el aeropuerto de Ezeiza: “Usted jamás va a volver a pisar tierra de la Patria”.  El engreído militar, si está vivo seguramente recibirá el rechazo del pueblo argentino cada vez que sale a la calle, cuyas fuerzas militares no han podido recuperar el prestigio del que gozaron tiempo atrás.

“Hoy no solo piso tierra de la Patria, sino que me dan un premio”, en alusión a los múltiples reconocimientos recibidos por su lucha tenaz en contra de la  dictadura que hizo desaparecer a tantos “queridos amigos y que a uno lo obligó a irse del país. Yo no voy a perdonar nunca a la dictadura por tener que irme por escribir La Patagonia rebelde,  donde hace referencia a la frase: “Matar al tirano”. No como regla ni como costumbre. Solo como llamado de atención a los del poder omnímodo.

Son los recuerdos de quien desafió con su pluma las terrible políticas implementadas por quienes se creían dueños de la humanidad y perseguían a todo el que pensara distinto. Bayer recuerda en sus páginas las reacciones desde abajo acometidas en momentos agitados del pueblo gaucho.  Un caso que relata el escritor es el del alemán Georg Elser, el humilde obrero que atentó contra Hitler en 1939. Sabiendo que  el Führer  iba a presidir un acto en la célebre cervecería de Munich, con toda su escuadra mayor, Elser preparó una bomba que colocó en el interior de una columna del salón, justo al lado del podio donde iba a estar el dictador.

Días y noches pasó Elser en ese lugar, haciendo el boquete. Lo tuvo listo justo la noche anterior al acto y preparó la bomba para que estallara justo en el momento en que estaba anunciado el acto, el 8 de noviembre de 1939. Pero el atentado fracasó. Hitler adelantó el evento por un problema de traslado a Berlín y se fue 13 minutos antes de que explotara la bomba. El artefacto destruyó todo el recinto donde había hablado el dictador.

Si se hubiese quedado u poco mas, la historia del mundo habría cambiado completamente. Muerto Hitler, quien era el motor del nazismo, nadie lo hubiera podido reemplazar en su papel de dictador supremo. Se hubieran salvado millones de personas. Georg Elser pagó con la vida su propósito de matar al tirano. En la historia finalmente triunfa la ética; puede tardar mucho a veces, pero siempre sabe extraer los verdaderos valores, principalmente los de aquellos que dieron su vida por detener la violencia de los que mandan. Hoy, Elser tiene en Alemania cinco monumentos. Sobre el,  se han escrito once biografías, dos novelas y en cinco películas se le consagra como héroe del pueblo.

*Coordinador Nacional de IPP-Gente 

@alvareznv

 

 

 

 

2 comentarios en “La violencia de los que mandan

  1. Ante todo reciba un cordial saludo la presente tiene como finalidad comunicarme con usted temas a tratar elecciones regionales atentamente Licdo Manuel Maurera 02812724867

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