Noel Álvarez*
Los líderes han regresado a sus moradas, los presos políticos siguen en sus celdas y los generales continúan disfrutando impunemente del saqueo del país, aposentados en sus magnificas mansiones. Por un momento, el pueblo creyó que todo podría cambiar, que caería el régimen entronizado en el poder. La gente salió a la calle, se enfrentó al salvajismo y desafió el miedo que la había paralizado durante años, sin embargo, la autocracia se mantuvo y la revolución popular fracasó en su intento. Atrás habían quedado los momentos de represión pura y dura. Etapa donde los militares aplastaron otro intento de liberación que fue saldado con la masacre de muchos jóvenes, después de allí la oligarquía dominante había continuado arruinando la economía y acorralando a todos los sectores de la sociedad. Sigue leyendo