Navidades biométricas

Este artículo fue publicado en el diario El Correo del Caroní

Navidades biométricas
*Noel Álvarez

Decretar la navidad no es posible, la felicidad, que para la mayoría significa bienestar espiritual y material, no radica precisamente en que el gobierno  garantice la compra de alimentos, carne, pollo, leche y los  ingredientes para las hallacas a “precios justos”. Muy mal está el gobierno para que muestre como su principal atractivo cumplir con lo que está obligado: garantizar el suministro de alimentos y productos de la cesta básica a sus gobernados, sean rojos, verdes, amarillos, azules, naranjas.  El “Plan Navidades Felices 2014” busca tapar la grave escasez de productos que se registra en el país, busca disfrazar la altísima inflación que hace que el salario no alcance para adquirir lo que la gente necesita para vivir, busca frenar la caída de la popularidad del Presidente Maduro, que han dado a conocer las más prestigiosas encuestadoras del país.

A la felicidad el gobierno le pone freno: a las compras le aplica el sistema biométrico en la red de distribución de la Misión Alimentación. Desde Los Próceres,  el vicepresidente para el  Área Económica, Rodolfo Marco Torres, indicó que  “el objetivo es que los alimentos lleguen a todas las familias venezolanas, por lo que el sistema biométrico también impide que se hagan compras “exorbitantes y reiteradas”. Ya el gobierno no confía en la gente, en su gente, en el hombre y en las mujeres “nuevas” formadas en socialismo, para los que no es concebible que se dejen atrapar por el consumismo que caracteriza el capitalismo y que hagan compras exorbitantes y reiteradas. ¡Cómo han cambiado las cosas!.

De la época navideña del año pasado recordamos  el famoso “Dakazo”, con el que muchos compraron a precios de “gallina flaca” electrodomésticos, televisores y muchas cosas mas.  Hoy  el comercio es una suerte de cementerio, donde, a duras penas se exhiben cocinas y una que otra nevera. No hay espíritu navideño; en las calles, en el metro, en los comercios, en los mercados lo que se oye son quejas ante los altos precios de los alimentos, ante la escasez de productos, la falta de variedad en la oferta. No se puede estar feliz si no hay medicinas y si tienes que estar en la calle desde la madrugada, haciendo cola para comprarle los pañales a tus hijos.

¿Navidades felices? Ojala lo fueran, no se puede ser feliz viendo como la violencia enluta a miles de familias en todo el país. En un país a oscuras, donde uno que otro bombillo del alumbrado público titila, en donde las calles, avenidas y autopistas parecen un desierto después de las 9 de la noche, en un país donde las  rejas de protección, el cercado eléctrico y las casetas de seguridad en calles cerradas, son la constante ¡no es fácil celebrar!. El verdadero significado de la Navidad es celebrar la llegada del Niño Jesús. La  tradición en Venezuela es festejar, el intercambio de regalos, de afectos y solidaridad. Se equivoca el gobierno cuando quiere supeditar la felicidad a la compra de alimentos. La Gente y sus sentimientos,  están por encima de eso.

Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

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