El Cambio es Imperativo

Este articulo fue publicado en 21 medios de comunicación en todo el país

El cambio es imperativo
Noel Álvarez *
La democracia venezolana está seriamente comprometida, las violaciones constantes a la Constitución Nacional por parte del gobierno se han convertido en una constante. Lo hace con la mayor desfachatez, creando, por ejemplo, un Estado comunal, violando el derecho a la salud, irrespetando los Derechos Humanos, negando a los reclusos sitios de reclusión que cumplan  los parámetros internacionales, entre tantos. Cada día más y más gente clama por un cambio, por nuevas caras, nuevos líderes que puedan aglutinarse en torno a la misma idea: rescatar la democracia.
Estamos convencidos que para que una democracia madure y se desarrolle debe  haber participación política y hacerlo con responsabilidad. 

Es imperativo rescatar  la labor primigenia de la política: solucionar los problemas del pueblo con acciones inclusivas y eficientes que se traduzcan en calidad de vida. Una nueva forma de hacer política en la que lo que se pregona se practique. En todo el país un gran número de venezolanos se agrupan en organizaciones de diversa índole, se integran a los partidos, trabajan para hacer una nueva propuesta que permita el rescate de los valores y principios para que vivir en democracia no sea una aspiración sino una realidad.  En “Gente” (Generación Independiente)  movimiento al que pertenezco en calidad de Coordinador Nacional,  trabajamos en esa dirección, logrando aglutinar a muchos venezolanos que se sienten identificados con nuestra propuesta.

Nos necesitamos todos, no debemos apostar a la destrucción. de los partidos políticos tradicionales, pero si a su reconversión, que los ayude a redescubrir sus principios y valores. Gremios, estudiantes, trabajadores debemos ir en la misma dirección, sin que ello signifique que no surjan diferencias de forma, más no de fondo, porque la prioridad es Venezuela. Son tantos los problemas del país, que es inaplazable la suma de voluntades para que, desde organizaciones, movimientos  y partidos , podamos, en primera instancia , identificar los problemas de la gente, conocer su realidad, sus aspiraciones  bajo mecanismos modernos y eficientes que nos permitan formular propuestas  y planes de desarrollo.

La aspiración a lograr un cambio de rumbo es masiva, muchos callan por temor a represalias, sin embargo, el malestar crece, la gente está agotada de las colas que debe hacer para comprar cualquier cosa, de vivir con miedo ante la terrible inseguridad que vivimos. La gente se siente defraudada por  la mala calidad de los servicios públicos, cuando no es la luz la que se va, es que el chorro  no tiene agua. Es momento de sumar y multiplicar,  no de restar y dividir, es el preciso momento para construir una alternativa democratica que impulse el tan anhelado cambio que todos esperamos y por el que apostamos para reconstruir a nuestra amada Venezuela.

Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

Habilite La Eficiencia

Este artículo fue publicado el día 19 de noviembre del 2014 por el diario El Correo Del Caroní

Habilite la eficiencia
Noel Álvarez *
Son tantas las leyes que por vía habilitante aprobó el Presidente de la República, que al momento de escribir este artículo es imposible analizar cada una de ellas.  Leyes que no fueron discutidas por todos los sectores, como es lo deseable y pertinente en democracia, sino que han sido impuestas, demostrando que  la necesidad de concertar con los distintos sectores del país para poder superar la crisis social, económica y política que impera, no está en la agenda gubernamental.  El llamado diálogo, las mesas de trabajo que se hicieron con varios sectores tuvieron un fin mediático, aparentar que el gobierno escucharía con atención las propuestas  para elaborar un marco jurídico y políticas que permitieran salir del atolladero ¡Pero no ha sido así!.

Lo que todos esperamos, porque no jugamos al caos, es que se habilite la eficiencia, porque ello se traduciría en que todos los venezolanos tengamos calidad de vida, bienestar, que podamos vivir tranquilos, en paz . Debería habilitarse la lucha contundente contra el hampa, sin embargo, seguimos amenazados y en peligro, día a día vemos con estupor la cantidad de asesinatos que se registran en todo el país. El desarme no ha dado resultado, la voluntad de los malhechores de entregar las armas a cambio de una beca de estudio, tal y como se vaticinó, no caló, hoy lamentablemente hasta  los policías son  asesinados para despojarlos de su armamento. La inseguridad sigue siendo uno de los problemas más graves del país.

Las  reformas legales anunciadas  no resolverán las verdaderas causas del problema cambiario, fiscal, inflacionario de Venezuela.  La gente aspira que se habiliten políticas para que la inflación no siga mermando cada vez más el poder adquisitivo. El aumento de salarios decretado es tan pírrico que es ilusorio pretender que con eso la gente puede adquirir todo lo que necesita para vivir. En todas partes lo que se escucha es que el dinero no alcanza. En Venezuela es un verdadero lujo comer carne, pollo, tener una dieta balanceada.

Mientras asimilamos el nuevo marco jurídico, la gente sigue padeciendo la escasez de productos, soportando colas interminables, algunos tienen serios problemas de salud por no encontrar los medicamentos. Otros soportan constantemente apagones, el racionamiento de agua,  las carreteras y autopistas están deterioradas, por si fuese poco, hasta hay problemas de abastecimiento de gasolina. Viajar sigue siendo un casi imposible, tanto al exterior como al interior del país. Que el gobierno administre y gobierne para todos con eficiencia, sigue siendo una aspiración, ¡Eso es lo que se debe habilitar!.

Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

Razones para Seguir

Este artículo fue publicado en el diario El correo del Caroní

Razones para seguir
Noel Álvarez *

Es tal la crisis que en todos los órdenes se registra en el país, que muchos han optado por irse del país y no pocos afirman que en cuanto puedan,  lo harán.  “No importa si me voy ilegal, si tengo que lavar baños, limpiar carros, con tal de estar tranquilo “, me dijo recientemente un amigo. La inseguridad, el susto que experimentamos cada vez que salimos de casa, a pie o en el carro, la escasez de productos, medicamentos provoca esta reacción. Sin embargo, también observamos Gente que no se rinde, que no abandona, que continúa adelante sin desmayar no solo para impulsar y lograr materializar sus metas personales, sino también para contribuir con el progreso del país.

Gente que en todo el país continúa trabajando, llevando adelante emprendimientos exitosos que muestran no solo el ingenio, el coraje para superar dificultades, sino que también generan empleo, demostrando que el venezolano es trabajador, responsable. En todo el país y más en esta época navideña, hay quienes se dedican a hacer suculentas hallacas, postres, adornos, empresas caseras, pequeñas, medianas que les permite conseguir el sustento. De igual forma, son muchos los personajes anónimos, que además de trabajar, destinan parte de su tiempo a realizar  labores sociales, que se agrupan en movimientos, organizaciones políticas, para generar alternativas que impulsen el cambio que millones de venezolanos anhelan, que están claros en que las soluciones no vendrán del cielo, sino que hay que construirlas, trabajarlas, para lograr que se materialicen.

En muchas oportunidades he dicho que hay que pasar de la resignación a la acción, puedo afirmar que es así, en los recorridos que permanentemente hago por el interior del país, más y más venezolanos están en esa dirección, no solo en el plano político y social, sino también en esos emprendimientos e iniciativas que mencioné. La respuesta ante la escasez de productos, medicamentos se ha traducido en solidaridad, millones de personas a través de las redes sociales se agrupan, se apoyan para ayudarse los unos a los otros, no hay ese egoísmo, ni indiferencia que muchos señalan, todo lo contrario, hay voluntad inquebrantable para salir adelante. Esas demostraciones que se observan cada día hablan de un país de mujeres, hombres, jóvenes valientes que mantienen la fe y la esperanza. Un país no se acaba por un mal gobierno, sobran los ejemplos de naciones que han sido devastadas por guerras o fenómenos naturales que logran resurgir, consolidarse, gracias al trabajo, el amor y el compromiso de su gente. En Venezuela sobran las razones para seguir adelante, para unirnos en un solo objetivo, un país de libertades, donde impere la justicia, de oportunidades para todos, prospero,  es posible construirlo ¡Sumando Voluntades!.

Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

Navidades biométricas

Este artículo fue publicado en el diario El Correo del Caroní

Navidades biométricas
*Noel Álvarez

Decretar la navidad no es posible, la felicidad, que para la mayoría significa bienestar espiritual y material, no radica precisamente en que el gobierno  garantice la compra de alimentos, carne, pollo, leche y los  ingredientes para las hallacas a “precios justos”. Muy mal está el gobierno para que muestre como su principal atractivo cumplir con lo que está obligado: garantizar el suministro de alimentos y productos de la cesta básica a sus gobernados, sean rojos, verdes, amarillos, azules, naranjas.  El “Plan Navidades Felices 2014” busca tapar la grave escasez de productos que se registra en el país, busca disfrazar la altísima inflación que hace que el salario no alcance para adquirir lo que la gente necesita para vivir, busca frenar la caída de la popularidad del Presidente Maduro, que han dado a conocer las más prestigiosas encuestadoras del país.

A la felicidad el gobierno le pone freno: a las compras le aplica el sistema biométrico en la red de distribución de la Misión Alimentación. Desde Los Próceres,  el vicepresidente para el  Área Económica, Rodolfo Marco Torres, indicó que  “el objetivo es que los alimentos lleguen a todas las familias venezolanas, por lo que el sistema biométrico también impide que se hagan compras “exorbitantes y reiteradas”. Ya el gobierno no confía en la gente, en su gente, en el hombre y en las mujeres “nuevas” formadas en socialismo, para los que no es concebible que se dejen atrapar por el consumismo que caracteriza el capitalismo y que hagan compras exorbitantes y reiteradas. ¡Cómo han cambiado las cosas!.

De la época navideña del año pasado recordamos  el famoso “Dakazo”, con el que muchos compraron a precios de “gallina flaca” electrodomésticos, televisores y muchas cosas mas.  Hoy  el comercio es una suerte de cementerio, donde, a duras penas se exhiben cocinas y una que otra nevera. No hay espíritu navideño; en las calles, en el metro, en los comercios, en los mercados lo que se oye son quejas ante los altos precios de los alimentos, ante la escasez de productos, la falta de variedad en la oferta. No se puede estar feliz si no hay medicinas y si tienes que estar en la calle desde la madrugada, haciendo cola para comprarle los pañales a tus hijos.

¿Navidades felices? Ojala lo fueran, no se puede ser feliz viendo como la violencia enluta a miles de familias en todo el país. En un país a oscuras, donde uno que otro bombillo del alumbrado público titila, en donde las calles, avenidas y autopistas parecen un desierto después de las 9 de la noche, en un país donde las  rejas de protección, el cercado eléctrico y las casetas de seguridad en calles cerradas, son la constante ¡no es fácil celebrar!. El verdadero significado de la Navidad es celebrar la llegada del Niño Jesús. La  tradición en Venezuela es festejar, el intercambio de regalos, de afectos y solidaridad. Se equivoca el gobierno cuando quiere supeditar la felicidad a la compra de alimentos. La Gente y sus sentimientos,  están por encima de eso.

Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv

Vivir Sufriendo

Este artículo fue publicado en el diario El Correo del Caroní

Vivir sufriendo

Noel Álvarez *
Aumentos por doquier. El kilo de arroz, por citar un ejemplo, se incrementó en un 163 por ciento, dejando boquiabierto al consumidor. Así como este cereal, se han venido registrando incrementos en productos de la cesta básica, que no rondan un diez ni un veinte por ciento, sino que en la mayoría de los casos se ubica en un 100 por ciento o hasta más. La gente no termina de entender y, como siempre, atribuye el incremento a los industriales y comerciantes, al dueño del abasto o supermercado, que termina aguantando el regaño del consumidor, cuando en realidad es el último eslabón de la cadena de comercialización y tiene que vender los productos al precio que ha establecido la Superintendencia de Precios Justos (Sundde), ni un bolívar más ni uno menos.

Guerra económica, especulación, lo cierto es que los incrementos que se han registrado en los productos obedece a que nadie va a trabajar y producir a pérdida, que gracias a la equivocada política de control de precios, los ajustes que debieron realizarse no se hicieron y ahora la situación obliga a que haya una revisión de la estructura de costos, por lo que el ejecutivo ha tenido que permitir los aumentos. Hay casos realmente asombrosos, como por ejemplo, que una caja que contiene 30 pastillas de un medicamento cueste 30 bolívares, que ni siquiera debe cubrir el costo de la caja. Obviamente el producto que es de primera necesidad escasea, generando incluso un “mercado negro”, que es otra de las terribles consecuencias que trae los controles. Pese a que se exhorta a los vendedores informales a no vender productos regulados, los vivos, que siempre existen, se las ingenian para conseguirlos y luego los revenden muy por encima y la gente, desesperada porque no lo consigue, termina pagando cualquier cantidad con tal de obtenerlo.

La situación no solo se presenta con la comida, los productos de higiene personal y medicamentos, también pasa con los cauchos, baterías, repuestos para vehículos, lubricantes. En cualquier esquina de cualquier ciudad se consigue aceite para vehículos, en una a un precio, en otra más caro o más barato, pero hallarlo al precio justo es casi que un milagro. Lo cierto es que además de tener que perder horas de trabajo buscando comida, repuestos, lubricantes, medicamentos, el venezolano vive permanentemente estresado, sin saber a ciencia cierta dónde, a qué hora va a poder adquirir lo que necesita para vivir.

A la escasez de productos, la pérdida de tiempo en las colas, hay que agregarle la altísima inflación que se registra en Venezuela, que más allá de las cifras oficiales se sufre, se padece, cada día compras con más menos, la oferta supera la demanda y el sueldo mínimo no aguanta. Los precios se ajustan a precios internacionales, mientras el salario en bolívares está muy por debajo de lo que se requiere para obtener la cesta básica. La verdad es que la gente sufre y un incremento de sueldo, como muchos aspiran, sin controlar la inflación, se volverá “sal y agua”. Subirán el salario y subirán los precios.

Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv