Universidad y Violencia

Este artículo fue publicado en el diario ¨El Correo del Caroní¨ el dia 22-06-2013 y puede ser consultado en el siguiente link: Universidad y Violencia
Noel Alvarez*
En el marco del conflicto que viven las universidades venezolanas, es patético enterarse de cómo individuos violentos han saboteado las legítimas protestas, porque la universidad está en la antípoda de la violencia.
Dos autobuses fueron incendiados por grupos de encapuchados en la Universidad Central de Venezuela, acto inmediatamente condenado por la Asociación de Profesores de esa institución.
Tan canalla acción fue la respuesta a una protesta que raya en el sacrificio: la caminata de un grupo de profesores desde Barquisimeto hasta la capital, denominada “400 kilómetros por la dignidad”, la cual despertó inmediata solidaridad en la opinión pública nacional e internacional.
A esto se suma la huelga de hambre emprendida por casi cuarenta jóvenes venezolanos en defensa de la viabilidad de sus casas de estudio, en defensa del conocimiento, que es el único igualador, el único instrumento para saltar de la miseria al progreso.
Contrastan pues los métodos. La exigencia justa desde la protesta creativa y comprometida, pero sobretodo pacifista; ante anónimos que esgrimen el terrorismo para arremeter contra quienes son –duélale  a quien le duela- la verdadera esperanza del país.
Indigna realmente que estudiantes y profesores tengan que llegar a estos extremos en un país que vive del petróleo, materia prima cuya cotización oscila alrededor de los cien dólares desde hace ya unos cuantos años.
Por supuesto no hay explicación para el malbaratamiento de esta riqueza inimaginable, no hay contraloría de la administración del erario público, y a tientas la opinión pública se entera de algunos de los destinos reprobables del dinero que debería ser entre otras cosas, para otorgarles dignidad y suficiencia de medios de vida a los docentes
Ciertamente se aprobaron recursos, pero tras vivirse episodios vergonzosos. Insuficientes y tardíos, por demás. Porque, por ejemplo, los organismos de la mayoría de los jóvenes participantes en la huelga de hambre, probablemente presenten secuelas de por vida.
Es urgente que cambien los valores que desde el gobierno intentan imponerse al pueblo. Las armas por el estudio, el militarismo por el conocimiento, la fuerza por la razón. Es responsabilidad de quienes mandan, desde su mismo discurso, anular las loas a lo violento y enaltecer los valores de convivencia cívica.
Y luego pasar a los hechos: quienes arremetan con violencia contra casas de estudio deben ser ejemplarmente castigados. Y el financiamiento para la investigación y el conocimiento que traerá calidad de vida a los venezolanos, debe estar entre las prioridades presupuestarias. Con seguridad quienes administran nuestros bienes encontrarán de dónde recortar en favor de estudiantes y profesores.  
*Coordinador Nacional de Independientes por el Progreso
@alvareznv

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