Santos Embrollos

Este artículo fue publicado  en el diario El Universal el día lunes 03/06/2013. Puede ser consultado en el siguiente link: Santos Embrollos
Noel Alvarez*
La visita de Henrique Capriles Radonski a Colombia, ha levantado una ola de opinión internacional sencillamente inexplicable. Básicamente, porque se trata de un líder que representa a poco más o menos el 50% de los venezolanos, porque siguen subsistiendo serias dudas sobre la legitimidad del más reciente proceso comicial y porque el presidente Juan Manuel Santos  cuenta con la más absoluta soberanía de recibir a quien crea conveniente.
Las relaciones con el país vecino vienen sometidas a la más absoluta visceralidad desde hace años, marcadas por el autodenominado gobierno revolucionario. Quizá el momento más álgido fue la movilización de fuerzas venezolanas hacia la frontera, en el marco de un incidente de “diplomacia de micrófono” sostenido entre los anteriores mandatarios, Hugo Chávez y Alvaro Uribe.
La sensatez pareció reinar nuevamente cuando asumió el poder Santos, tildado como alguien extremista en su labor previa como ministro de la Defensa, pero quien ha resultado sorprendentemente conciliador en su ejercicio presidencial.
Tanto fue así, que bajo la certera visión de santos, se recompusieron las maltrechas relaciones colombo-venezolanas, para satisfacción del difunto mandatario venezolano, quien llegó a declarar que había conseguido un nuevo mejor amigo.
El primer magistrado de Colombia ha tenido tino y mano izquierda para convivir con el tenso clima interno de violencia de su nación; el cual por suerte ha sido aislado y minimizado, gracias al trabajo y la tenacidad de una ciudadanía ejemplar, que no se enfoca en problemas sino en soluciones. En la patria hermana, los violentos son un coro minoritario y discordante.
No hace falta ser muy agudo para saber que la reunión Santos-Capriles está inscrita en esta onda de amplitud y tolerancia que ha sorprendido positivamente a la opinión pública mundial. Y por supuesto, es por demás correcta la lectura que otorga a esta cita un importante paso del líder alternativo venezolano en su legitimación internacional.
Sin duda es eso lo que causa escozor en las filas rojas, pero hay que convivir con esos disgustos, si nos decimos demócratas. Ya basta de negarnos los derechos legítimos a quienes queremos un cambio.
Y por otro lado, como bien dijera alguien, la dirigente política colombiana Piedad Córdoba ha entrado y salido de Venezuela en innumerables oportunidades y jamás se ha alzado una voz de protesta desde aquel lado, a pesar de los cuestionables propósitos y vínculos del personaje. Trata a los demás como te gustaría ser tratado: una sencilla norma de convivencia que también aplica a la diplomacia, señor Jaua.
*Coordinador Nacional de Independientes por el Progreso
@alvareznv

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