Paradigma Comunicacional

Este artículo fue publicado por el diario El Correo del Caroní el día Sábado 01/06/2013. puede ser consultado en el siguiente link: Paradigma Comunicacional
Noel Alvarez*
Los cambios ocurridos en el canal de noticias Globovisión han sido el eje de la atención noticiosa y política de los últimos días. Estamos hablando de un medio que ha hecho contrapeso al  gobierno más poderoso de la historia de Venezuela, y cualquier cambio en su funcionamiento debe obligatoriamente llamar la atención.
Para nadie es un secreto que la venta del canal se debió a su estrangulamiento económico. No se le permitió crecer, fue multado en numerosas ocasiones por causas bastante subjetivas y por supuesto, fue boicoteado por el mayor anunciante del país: el gobierno nacional.
Se trata de una estrategia bastante más sutil que la aplicada a Radio Caracas Televisión, de cuyo cierre por cierto se acaban de cumplir seis años. La arremetida contra la televisora de Quinta Crespo tuvo un precio para el régimen que aún no ha podido ser calculado a cabalidad. Significó su primera gran derrota electoral en el referendo constitucional de 2007, y los laureles de la popularidad nunca volvieron a reverdecer como antes.
Por eso se ha optado por acciones un poco más sutiles pero igualmente efectivas, con el fin de poder mantener las aparentes formas democráticas.
La nueva dirección del canal de La Florida postula que “un canal de TV no puede ser un partido político”, en el marco de un polémico comunicado sobre cuyo fondo no nos pronunciaremos mayormente. Como alguien dijo por ahí, son los nuevos dueños y están en su pleno derecho de dirigir la empresa a su conveniencia y gusto.
Sin embargo, todo medio de comunicación tiene el derecho de escoger su línea editorial con libertad, y si es contrapeso al poder, más cercana será a la función de los medios de comunicación en democracia.
Y cabe preguntar a quienes redactaron esta frase, ¿qué piensan de Venezolana de Televisión? ¿Jugamos entonces con iguales reglas para todos? Se solicita moderación a las directivas de los canales privados, mientras los numerosos medios del Estado siguen por la libre.
Esto se parece mucho a la tristemente célebre “hegemonía comunicacional” que en su momento postulara sin pudor alguno el otrora ministro de Comunicación e Información Andrés Izarra. Una desfachatada confesión del apetito por conseguir la dictadura perfecta en el espectro mediático del país.
Sin embargo, hay aún una piedra en el zapato. Nicolás Maduro arremete, como un clon bastante menos potente del fallecido caudillo, contra CCN en español. Olvidando que no se trata de una empresa venezolana, que no está en nuestro territorio ni obedece a las leyes del país; sujeta más bien a la satanizada “globalización”. Al parecer, una vez más ha quedado un cabo suelto en el proyecto de dictadura perfecta. Y una ventana para que el mundo conozca la verdad sobre Venezuela.
*Coordinador Nacional de Independientes por el Progreso
@alvareznv

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