¿Regalos? ¡No Hay!

¿Regalos? ¡No hay!
Noel Alvarez*

Para este diciembre vemos de qué manera se recoge parte de la cosecha de lo que el gobierno central por 14 años ha estado sembrando. Vemos cómo el incremento del gasto publico y la falta de una economía sólida promovida por la ausencia de una plataforma que le dé confianza al sector privado para desarrollarse, el gobierno ha tenido que recurrir reiteradas veces a la devaluación de la moneda nacional.

Otra manifestación de la auto destrucción impuesta, es ver como la educación, salud y transporte registran inflación sobre 20% y si esto es algo abstracto para muchos, podríamos ver el aumento en el costo de la hallaca, que podría llegar a más de 16 Bs por unidad, si es que se consiguen los ingredientes,

A pesar de ser un país petrolero se gastaron 548 millones de dólares en importar gasolina y diesel en septiembre de este año. Pero si uno le pregunta a un miembro del PSUV dirá que todo esto es perfectamente normal y que estamos de maravilla, y seguro completará la idea afirmando que hasta la salud del presidente esta mejor que nunca.

Este es otro asunto que podríamos comentar, si estamos tan bien según los simpatizantes del modelo centralista, cómo es posible que en materia de salud después de 14 años no exista un tratamiento para que el presidente al igual que todos los venezolanos pueda atender su salud sin necesidad de salir del país.

Mientras esto sucede vemos como los militantes pro gobierno corren a ver cómo se posicionan para el 16-D y prometen y tratan de descalificar a los candidatos de oposición, sin ver que las costuras de la gestión del gobierno central cada vez se notan más, manifestándose con el incremento de precios, la inseguridad, el desempleo y la disminución de la calidad de vida de los venezolanos, no es de extrañar que a pesar del uso de las reservas del país para incrementar el gasto publico, en este año hasta al Niño Jesús se le haga mas complicado repartir los regalos.

El balance con el cual llegamos a este diciembre es altamente adverso. El país no produce y para colmo, los contenedores se amontonan por miles en unos puertos que no son capaces de procesarlos para que los bienes lleguen a la ciudadanía en la temporada decembrina.

Es duro decir «no hay» cuando se trata de adultos y niños esperando con ilusión la sorpresa que justifique los esfuerzos de un año de trabajo  pero en eso estamos actualmente. La frase de moda es «No hay».

*Coordinador nacional de Independientes por el Progreso
@alvareznv

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