«No aspiramos a ser el brazo político de Fedecámaras»
IPP quiere ser legitimado como partido antes de comicios de mayo
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Se trata del movimiento Independientes por el Progreso (IPP) que ya formó parte del Comando Venezuela en las elecciones nacionales del 7 de octubre y en las regionales del 16 de diciembre. Está formado por los expresidentes de Consecomercio y Fedecámaras Noel Álvarez y Albis Muñoz, pero la defensa de la libertad de empresa y la propiedad privada está en la segunda línea de sus intereses, detrás de otros valores.
Álvarez lo explica señalando que no desean «ser vistos como el brazo político de Fedecámaras. Aunque tendremos en muchos momentos comunidad de intereses, en muchos otros esos intereses pueden ser opuestos».
Aunque no estar aún avalados por el CNE no les permitió tener una tarjeta propia en los pasados comicios nacionales y regionales, a través de la tarjeta de La Fuerza del Cambio obtuvieron 32 mil votos en octubre y unos 40 mil en diciembre, señaló Álvarez, quien es secretario de Organización de IPP.
Muñoz, quien actualmente es representante patronal por Venezuela ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza, no tiene un cargo en la organización.
«Estoy ayudando a definir los objetivos y valores de IPP, sobre todo tratando de definir cómo vamos a trabajar con los jóvenes. Hay que rescatar la política a partir de valores y esos valores calan más y son más poderosos con ellos», señala.
Nacidos en Colombia
IPP es el partido miraísta número 28 a nivel mundial. MIRA (Movimiento Independiente de Renovación Absoluta) es un partido fundado en Colombia que no busca necesariamente el poder, sino crear alianzas con partidos que lo tienen, en búsqueda de impulsar valores éticos en la política. Álvarez lo define como «un movimiento político de cuarta generación».
Y así como en Colombia, este partido tiene un horizonte hacia 2020, en Venezuela, señala el secretario de IPP, aspiran consolidar este partido en un horizonte temporal de entre cinco y siete años.
Álvarez señala que «no tenemos una visión cortoplacista, ni estamos necesariamente interesados en tener una cuota de alcaldías, gobernaciones, o de diputados para hacer política. Lo que nos interesa es rescatar los valores éticos, porque estos no se comen solo la política, también se están comiendo a las empresas, a la sociedad, a la familia».
Señala que el próximo paso de la organización es captar líderes independientes en las comunidades, entendiendo que la lucha no es por ocupar un cargo sino por servir al colectivo. Y acepta que es una visión un poco romántica la de un partido político que no tiene como objetivo fundamental la captura del poder, pero señala que obviamente, tratarán de conquistar algunos espacios.